jueves, 9 de diciembre de 2010

BODAS EN NAVIDAD


A la hora de elegir la fecha para la celebración de una boda, hay diferentes variables que tener en cuenta: compromisos laborables, invitados, vacaciones, etc... y lógicamente la época del año es clave según el tipo de boda que queramos tener, la facilidad de traslado de los invitados en caso de bodas fuera del entorno habitual, la climatología, etc...
Aunque en los últimos diez años las bodas son estacionales, normalmente de mayo a octubre, hay quien prefiere las bodas de invierno debido al clima tan favorable español y a que se pueden organizar bodas de mañana aprovechando, así, el día completo y una boda de día siempre da mucho más juego.

Los más originales ya están interesándose por la celebración de su boda durante la época navideña. Con la excusa del clima navideño se pueden organizar divertidos detalles durante el evento. Una buena idea es sorprender a los invitados con pequeños paquetitos que pueden colocarse a los pies de un árbol de navidad. También podemos recurrir a pequeños pinos para señalar las ubicaciones en las mesas o a calcetines navideños atados a cada silla, además de aprovechar la decoración navideña para adornar los platos del banquete y ofrecer un cotillón temático.

El espíritu navideño permite licencias en la decoración que pueden crear una atmósfera realmente única. Se pueden colocar candelabros con velas sobre la mesa como centro de mesa o bien usarse plantas de navidad o de pascua, es decir, unas poinsettias o flor de papagayo, sus hojas pueden ser de varios colores: amarillas, salmón, blancas, rojas….
La decoración para el espacio o donde se vaya a celebrar el banquete podría ser de guirnaldas con lazos en rojo, plata o dorado al igual que los manteles y las mesas.
También se puede utilizar un gran árbol de Navidad junto al sitio destinado a la ceremonia civil y forrar la mesa del concejal de rojo y dorado. Un buen recuerdo podría ser una cajita llenas de chocolates que es un buen significativo de la Navidad, adornos personalizados con motivos navideños, los regalitos metidos en cajitas y envueltas en papel navideño…

Sobre el menú existen muchas variantes, por ejemplo se podría preparar una especie de buffet libre donde haya una mesa de quesos, otra de dulces, otra de turrones y el menú puede estar basado en platos de Navidad. Las opciones son ilimitadas.

Sin duda, una boda en Navidad quedará en la memoria de vuestros invitados por original y bonita y siempre será fácil de recordar.

martes, 16 de noviembre de 2010

BODA AL AIRE LIBRE O BODA DE INTERIOR



Al preguntarnos dónde celebrar nuestra boda hemos de tener en cuenta diferentes aspectos que, sin duda, van a marcar el estilo de toda la celebración. Estos condicionantes son la época del año, la hora del día, la localización geográfica, número de invitados y estilo en sí mismo de la boda.

Es importante considerar algunos factores en los que las parejas no suelen caer, como son la comodidad de los invitados, de los novios y sus familias y de las personas implicadas en servir la boda. Una boda al aire libre puede ser muy bonita en un entorno histórico, en un paisaje determinado pero si el paraje elegido tiene demasiada vegetación hay que tener en cuenta que habrá mosquitos y bichitos que irán buscando la luz de los faroles que, casi siempre, suele coincidir con los sitios donde se coloca a los invitados. Además, en ciertos espacios cercanos a un río, granja, planta industrial, podemos encontrar en verano algunos olores desagradables. Otro elemento a tener en cuenta es el calor, en algunas localidades en el mes de julio el calor puede llegar a ser sofocante teniendo en cuenta, además, que va acompañado de una indumentaria no del todo cómoda, comida y bebida. Es posible que algunos invitados no se muestren activos ni participativos por agotamiento. Además, los meses de junio y julio son los de más lluvia en algunas regiones, como en la Comunidad de Madrid, siendo octubre y marzo los meses en los que menos precipitaciones hay en esta provincia.

En cuanto a una boda en un salón interior tiene muchas ventajas, como la comodidad del terreno ya que el césped siempre es incómodo para las señoras que llevan tacones y una superficie no lisa trae complicaciones a la hora de colocar las mesas o de servir los camareros en las mismas. Además, la decoración puede ser de lo más variada ya que no hay que salvar ninguna irregularidad provocada por el paisaje. De hecho, una decoración adecuada puede transformar espacios anodinos en ambientes sobresalientes. Ahora bien, si la boda es de día, hay que asegurarse de que el salón tiene ventanas lo suficientemente amplias como para que llegue la luz a cada rincón. Si la celebración tiene lugar como cena, el tema de ventanales no tiene mucho sentido. En cualquier caso, el exterior, al ser de noche, no se va a poder contemplar. Es importante, además, la temperatura que, al ser un espacio de interior, puede ser fácilmente controlable. Hay que tener en cuenta que la temperatura ha de ser cómoda para que los señores puedan comer con chaqueta y las señoras no se enfríen llevando un echarpe o chal ya que ellas habrán dejado sus prendas de abrigo en el ropero. En caso de ser verano, igualmente el aire acondicionado no debe estar demasiado alto durante la comida o cena mientras que sí debe regularse durante el baile y barra libre ya que es el momento en que los invitados se implican y se mueven con más energía por lo que la temperatura no debe ser demasiado alta ya que originaría cierta intolerancia al alcohol y fatiga acompañada de sueño, especialmente después de una comida copiosa.

Para concluir, a la hora de elegir espacio para nuestra celebración debemos hacernos las siguientes preguntas:
 ¿La ceremonia se va a celebrar in situ? En ese caso, debemos disponer de una sala diferente a la del banquete. Al aire libre, ya que apenas ocupará una hora, sería ideal en un rinconcito de un jardín o bajo un arco de flores.
 ¿El banquete tendrá lugar en una noche de verano? Si es así, lo más cómodo en cuanto a temperatura, inclemencias del tiempo, irregularidades del terreno, es celebrarlo en un salón interior.
 ¿El salón interior es demasiado grande para el número de invitados de la boda o carece por completo de ventanas o resulta demasiado frío? Entonces podemos preguntar si se podrían disponer las mesas en el jardín exterior de la manera más cómoda para todos y buscar una decoración ad-hoc y la forma de ahuyentar los bichitos.

Las opciones son variadas, siempre priorizando acerca de lo que a los novios les gusta y les hace felices es más fácil conseguir una boda de ensueño.

martes, 19 de octubre de 2010

COMPLEMENTOS DE LOS NOVIOS - LAS JOYAS

















Una parte importante de de los complementos de los novios es la elección de las joyas ya que su adecuada combinación expresa el buen gusto y las preferencias estéticas de quien las lleva.

Si la ceremonia se celebra por la mañana las joyas más apropiadas para una novia son unos pendientes de perlas o brillantes. El anillo de pedida se lucirá en la mano izquierda para no quitar protagonismo a alianza que le colocará su marido. Si opta por llevar un collar, éste puede ser de oro, perlas, brillantes...

La alianza, el anillo de sello, el reloj, los gemelos o el pasador de corbata son las joyas que normalmente lucirá el novio. Se aconseja que los relojes sean de esfera plana y agujas, sin colores llamativos y de diseño sencillo. Los relojes que emiten señales sonoras están prohibidos en la etiqueta social.

Son muchas las joyas que las mujeres pueden utilizar para ocasiones de este tipo. Collares, gargantillas, pulseras, anillos, pendientes, broches, diademas o prendedores para el cabello son muy apropiados para lucir en las bodas. Los diamantes y las perlas son las piedras especialmente apreciadas entre el elenco de posibilidades. Todos los invitados y los contrayentes han de procurar ser discretos a la hora de utilizar este complemento. No en vano la ostentación es la enemiga de la elegancia.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Forma de vestir en las bodas. La etiqueta en el vestir


Cuando se hace referencia a la etiqueta, conviene considerar la definición aportada por el diccionario de la Lengua Española: “Conjunto de normas que deben seguirse en los actos públicos solemnes o en cualquier acto social”. En tal caso, la etiqueta a llevar se determinará dependiendo de la solemnidad del evento y la hora del día en que éste tenga lugar.
La forma de vestir tiene una gran importancia social, ya que sirve para identificar y jerarquizar a las personas. La indumentaria transfiere mucha información de quien la lleva, como su sexo, raza, profesión, posición social, gustos o preferencias. La personalidad del individuo se refleja en su forma de vestir ya que, después de la palabra, es uno de los elementos más identificativos.
El término elegancia procede del vocablo latino elegans, que a su ve deriva del latín y significa elegir. La persona elegante es la que sabe escoger la indumentaria más apropiada y que más le favorece.
Como regla general, la moda y la elegancia son dos elementos que están relacionados con la naturalidad, armonía, prudencia y buen gusto. Lo opuesto a la elegancia es lo excéntrico, radial o atrevido. Ser discreto o sencillo es siempre preferible a la ostentación o exageración a la hora de elegir vestuario para un acontecimiento social. Muchas veces se piensa que el tener un poder adquisitivo elevado va unido al buen gusto, idea que no siempre es cierta. Las circunstancias marcan la forma de vestir en cada ocasión y no es lo mismo ir a una cena de gala que ser invitado a una reunión de amigos en el campo. Esto induce a pensar que las personas que acuden a un evento correctamente vestidas demuestran, además de su buena adaptación social, seguridad y desenvolvimiento.
En las invitaciones de boda debe figurar la etiqueta que se requiere para el acto. Si no fuera así, es conveniente telefonear y preguntarlo antes de acudir vestidos de forma inadecuada. Las diferentes formas de plasmar la etiqueta en una invitación son:
.- Rigurosa etiqueta.
.- Chaqué o uniforme.
.- Frac o uniforme.
.- Etiqueta suplicada (indica el carácter opcional de acudir de etiqueta sencilla, chaqué o esmoquin).
.- Corbata negra (obligación de combinar con esmoquin).
.- Corbata blanca (obligación de acudir con frac y las señoras con vestido largo).

Los complementos tienen gran importancia ya que una buena combinación de los mismos hará que armonicen perfectamente con el conjunto.

Vestuario formal o informal
Estilo informal para el hombre o la mujer
Cuando se piensa en algo informal no tiene por qué ser sinónimo de descuidado o sucio. Como regla general, sin corbata se llevan chaquetas de punto o cazadoras, pantalones de pana o tejanos, camisas que pueden ser de cuadros, colores vivos o estampados o camisetas de algodón.
La mujer posee una gran variedad de vestidos y faldas informales, pero lo más desenfadado son los tejanos y los bolsos tipo bandolera, tan de moda actualmente. El calzado es otro elemento que denota gran informalidad en el atuendo femenino.
Estilo formal
Para vestir formalmente, el traje del hombre debe ser de color oscuro azul marino o gris con camisa blanca o muy clara y corbata bien combinada. Los zapatos han de ser negros, preferiblemente con cordones.
La mujer, en este caso, utilizará un traje de chaqueta o vestido tipo cóctel, con el largo en torno a la rodilla, enriqueciendo el tejido en función de la moda del momento. Las medias, que deben ser finas, pueden ser oscuras y el bolso tipo sobre o cartera.
Estilo semi-formal
El hombre puede llevar chaqueta y pantalón bien combinados con camisa lisa y zapatos oscuros o negros. En estos casos a veces puede ser necesaria la corbata. La mujer puede combinar por igual el traje sastre o de chaqueta, incluso el traje pantalón utilizando adecuadamente la blusa según el grado de formalidad de la ocasión. Si utiliza vestido, debe ser de corte sobrio, las medias finas y el bolso mediano.

jueves, 6 de mayo de 2010

LAS INVITACIONES Y MANERA DE INVITAR


Una vez concretado el día y detalles de la boda, se procederá a elaborar una lista de invitados y confeccionar y encargar las invitaciones.

Normalmente, se elaboran tres listas: una realizada por los padres de la novia, otra por los padres del novio y una tercera cerrada por los propios contrayentes. A continuación se repasan los listados y se ultima la lista perfecta.

Se aconseja mostrar especial consideración en casos especiales, como las parejas divorciadas (máxime si la ruptura es reciente) a la hora de planificar el reparto de puestos. Conviene revisar a menudo la lista definitiva y ordenarla por grupos de edad, relación o compromiso con el fin de distribuir de forma conveniente a los invitados en las mesas del banquete.

Las invitaciones suelen tener un formato ya estipulado por la costumbre, pero cada vez más, prima la originalidad e imaginación, acorde con las personalidades de los novios.

En las invitaciones clásicas debe incluirse el nombre de los novios y el de sus padres, la comunicación del enlace, lugar y hora de la ceremonia y banquete, las direcciones de ambas familias y la petición de confirmación con números de teléfono o correos electrónicos para ello.

Si uno de los padres es viudo se especificará sólo su nombre y en el caso de que la madre sea viuda se hará referencia a su marido (ejemplo: Doña Carmen Peralta, viuda de Guillermo). Si uno de los contrayentes es huérfano ocupará este puesto uno de sus padrinos.

Debajo del encabezamiento se añadirá un texto centrado con la comunicación : "Tienen el honor de participarle el enlace de sus hijos (nombre de los novios) e invitarle a la ceremonia que se celebrará (día y hora) en (iglesia, juzgado, finca o recinto elegido) y a la recepción posterior que tendrá lugar en (nombre del establecimiento)".

En la línea inferior se pide confirmación y, finalmente, en el extremo izquierdo aparece la dirección del domicilio de la novia y en el inferior derecho la del novio.

Estos modelos tradicionales conviven hoy con otro tipo de invitación en la que los novios son, directamente, quienes se participan el uno al otro (especialmente cuando se trata de una segunda boda para alguno de los contrayentes, o tienen hijos antes del matrimonio). Este último modelo será igual aunque omitiendo el nombre de los padres.

Si el lugar de celebración es de difícil acceso se debe incluir un plano para facilitar el desplazamiento a los invitados.

Los sobres se escribirán a mano con tinta negra y se excluirán todas las abreviaturas en el nombre y apellidos. Si alguno de los hijos del matrimonio invitado es mayor de edad y va a ir acompañado de su pareja, es correcto que se les envíe una invitación a ellos por separado. En el supuesto de que la persona invitada reciba un tratamiento especial por su cargo o título, éste debe anteponerse al nombre. Por ejemplo: "Excmo. Sr. D. Pedro Nieto".

Las invitaciones deben enviarse con dos meses de antelación para que los asistentes tengan tiempo de planificar su agenda y hacer los preparativos correspondientes. Lo correcto es que se entreguen en mano facilitando un encuentro personal, puesto que se trata de un acontecimiento familiar y social, no obstante se pueden enviar por correo confirmando, mediante conversación telefónica, su recepción.

En la actualidad, la costumbre es enviar una sola invitación que incluye la celebración religiosa o civil y la posterior recepción. Sólo en los casos de bodas reales, muy protocolarias o de alto nivel, se remitirán dos tarjetones: uno para la invitación religiosa y otro para la recepción posterior.

miércoles, 17 de marzo de 2010

La Boda Religiosa. Documentación, Trámites y Ceremonia


La ceremonia religiosa católica, muy arraigada en España, es la que cuenta con mayor tradición. En el momento en que una pareja decide contraer matrimonio por esta confesión ha de ponerse en contacto con el párroco de la iglesia que haya elegido para celebrar su boda. Este les informará acerca de lo que representa esta elección y también de los trámites que deben realizar. El sacerdote se encargará de publicar el casamiento y las amonestaciones así como de cumplimentar el expediente matrimonial.
La ceremonia religiosa requiere de una serie de pasos que deben cumplimentar los contrayentes en sus respectivas parroquias al abrir el pertinente expediente matrimonial al que deben adjuntar:
- Certificado de nacimiento de la parroquia respectiva. Se requiere que, al menos uno de los contrayentes, esté bautizado por la fe católica. No es obligatorio acreditar el sacramento de la confirmación.
- DNI de ambos contrayentes.
- Testigos que acrediten la soltería. Normalmente con dos basta en la Comunidad de Madrid.
- Publicación de las amonestaciones para dar a conocer a los feligreses la unión matrimonial que se va a celebrar. Estas se publican, mediante edicto, en el tablón de anuncios de la iglesia elegida. Las amonestaciones fueron una invención de Carlomagno en el año 800 para evitar los riesgos de matrimonios consanguíneos en su imperio.
- La presencia de dos testigos que firmarán el acta matrimonial el día de la boda.
- Si los novios van a celebrar su boda en una parroquia distinta a la suya, como suele ocurrir en la mayoría de los casos, han de pedir un traslado de expediente.


A la hora de elegir una iglesia para celebrar la unión matrimonial hay que tener en cuenta su capacidad en función del número de invitados. El responsable de protocolo debería realizar un croquis de la colocación de todos ellos, así como del lugar de los contrayentes, padrinos y testigos. Además habría que supervisar los recursos con los que cuenta la parroquia, la alfombra, tipo de reclinatorios, iluminación y la decoración que ofrece o la que se puede incluir. Detalles esenciales para conseguir un estilo propio durante la ceremonia. En ningún caso se debe olvidar el respeto a las normas y recomendaciones litúrgicas ya que cada parroquia tiene sus propias normas de horarios, decoración, preparación de ceremonia, etc..

Trámites para el matrimonio canónico
Para abrir expediente matrimonial se necesita la presentación de:
- Partida de bautismo solicitada en las parroquias donde se haya bautizado a los contrayentes. Estas partidas caducan a los seis meses.
- Partida de nacimiento con el número y folio del libro de registro, o bien el libro de familia de los padres. Esta documentación se pide en el Registro Civil o bien en el Arzobispado donde ellos se encargarán de reclamarla en el Registro Civil.
- DNI de los contrayentes.
- Justificante de haber hecho el cursillo matrimonial exigido.

Con esta documentación, los contrayentes deben presentarse unos seis meses antes de la boda en la parroquia de la novia o del novio. El encargado del despacho parroquial les indicará la fecha de comienzo del expediente matrimonial. Cada uno tiene que llevar un testigo no familiar que le conozca de hace tiempo para que acredite que el contrayente no está ya casado.
Terminado el expediente matrimonial, y después de llevarlo al Arzobispado, se entregará un extracto para presentarlo en el despacho parroquial de la iglesia donde se celebrará el matrimonio. Una vez celebrado el enlace se entregará a los esposos el documento de Comunicación de Matrimonio Canónico para presentarlo en el Registro Civil y poder obtener el Libro de Familia.